La nueva película de Jordan Peele, uno de los directores más esperados de los últimos años después de la sorprendernos con “Get Out”, y consolidarse con “Us”, nos entrega nuevas sensaciones, críticas sociales, humor y temas fantásticos cuidadosamente equilibrados y a mi parecer, deja de lado un mensaje crudo y literal para algo más subjetivo y personal.
Nope nos lleva a presenciar la historia de los hermanos OJ y Keke Haywood, quienes tras la accidentada muerte de su padre, quedan a cargo del negocio de entrenadores de caballos para Hollywood. Con una relación fraternal en crisis, una precaria situación económica y una entendible inexperiencia es que deben enfrentar la ironía y despiadado mundo de Hollywood de hoy y del pasado.
Tras detectar extraños sucesos del tipo UFO ( Unidentified Flying Object) en su granja, deciden monitorear y capturar un video de la mejor calidad posible del fenómeno, para así dar vuelta la página y lograr asegurar su futuro económico.
Jordan Peele además de una película pura, grandiosa fotografía y muy buenas actuaciones, nos entrega una sentida reverencia hacia Hollywood y la gente detrás de la cámara y su JetSet. Además de un mar de guiños, y referencias a la cultura del cine, desde un profundo respeto a la obra de Spielberg, Carpenter, el género del Western clásico como también los blockbusters de acción de los 90s e incluso la grandiosa Akira de Katsuhiro Otomo. Para fanáticos del cine, el ejercicio de ver Nope por si mismo es muy reconfortante.
Por otro lado, siento que presenta conflictos mucho menos claros y literales que Get Out o Us, no tiene un foco racial como eje predominante de conflicto, ni a la naturaleza humana como maligna per sé. Lo que fue para mí sinceramente inesperado, quedando con una situación que esta película es más una historia “positiva” de temple y aventuras más que lo perturbador y terrible que iba predispuesto.
Sin embargo, eso no significa para nada que sea “simple”, presenta bien interesantes temas para sacarle el rollo. Como lo son la búsqueda de la “toma perfecta”, tecnología vs arte, la monetización de una tragedia, la celebración de lo Kitsch y la obsesión del artista por fama, satisfacción personal o dinero. Cuestiones a mi parecer muy interesantes pero que quedan abiertos a discusión, sin querer dirigirnos, si no más bien abrir ventanas de reflexión.
Me gustó Nope, mientras más horas pasan después de verla, más me gusta y la recomiendo un montón a quienes les guste el cine, las películas de Peele, y tengan la paciencia de mirar una historia sencilla de fraternidad y aventuras. Temas que sin duda son muy bienvenidos hoy por hoy.