Harryhausen

Hace poco en mi búsqueda de documentales – uno de mis géneros favoritos – me topé con una biografía llamada «Ray Harryhausen : Special Effects Titan» ( IMDB ) . Como fanático del cine y teniendo alguna idea de que este tipo era uno de los grandes comencé a ver qué onda el muchacho. Shame on me, ya que después de ver el documental y leer un poco más online, «Titan» es un título que casi le queda corto. Es una leyenda y casi milagro en el mundo del celuloide.

La lista de grandes personajes del séptimo arte influenciados por Harrihausen es eterna, fácilmente podría declararse como el padre de los efectos especiales y no creo que exista mucha oposición. Muchísimos de los referentes del cine son humildes admiradores de su trabajo. Entre Spielberg (ET) , Del Toro (Hellboy) , Cameron (Terminator), Jackson (Lord of the Rings) , Terry Gilliam (Brazil) , Joe Dante (Gremlins), Tim Burton (Bettlejuice) y muchos más son mega fan de la gran carrera de Ray entre los años 50’s hasta los mismísimos 80’s. Demás está decir que es la influencia directo de Henry Sellik (Nightmare Before Christmas), Nick Park (Wallace and Gromit) y Lasseter (Toy Story) de Pixar incluso, todos se declaran influenciados del trabajo y aporte que ha entregado al séptimo arte.

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Todo comenzó gracias a King Kong, en los años 30 de la mano de Willis H O’Brien y su intención de llevar grandes criaturas al cine. Si Harryhausen fue el abuelo del cine de fantasía, O’Brien sería el tatarabuelo, y si no fuera por su atrevimiento y motivación con el gigantesco gorila, nada hubiera pasado. De la misma manera, que que obras como Mighty Joe Young (1949), It came from beneath the sea (1955) o Jason and the Argonauts (1963) empujó a la generación que hoy conocemos como pioneros a atreverse un poco más allá.

Su comienzo de la carrera fue con películas de destrucción de grandes ciudades, muy parecido a lo que hemos visto sobreexplotado en los útimos años. Pero sépalo bien, 50 años antes que los Avengers destruyeran Manhattan o Superman the Man of Steel hiciera pebre Metrópolis, Harryhausen con stop motion, cuadro a cuadro destruyó New York con un Gorila, San Francisco con un Pulpo gigante y Washington con una oleada de Ovnis.

Aburrido de tanto destruir ciudades y de grandes criaturas malignas, comenzó a desarrollar películas de aventuras, que nos llevaban a misteriosos y peligrosos lugares, ya sea de la mano de Simbad y su séptimo viaje (1958), Gulliver y sus tres mundos (1960) o Jason y su enfrentamiento a los Argonautas (1963) es este periodo el que lo consagra. Y durante casi cuatro décadas animó un centenar de criaturas que dieron vida a cosas jamás vistas por el mundo. Desde Hydras, cíclopes, esqueletos espadachines como una gran cantidad de dinosaurios.

Es asombroso el ver con el paso del tiempo la creación y la meticulosa aplicación de técnicas de grabación que llevaba más allá la cinematografía. La cantidad de tomas y sobretomas cuadro a cuadro para hacer aparecer una criatura de stop motion es asombroso. Uno siempre cree que Sellik con su Stop-Motion en Nightmare Before Christmas ha pagado alguna especie de pacto con algún demonio al crear su fantástico filme, pero no es nada comparado con lo que Harryhausen realizó. El trabajo de crear, coordinar y tomar cuadro a cuadro esa gran cantidad de escenas de aventuras es digno de volver loco a cualquier persona, pero nunca fue así, siempre fue más allá. Harryhausen película tras película generó y se auto inflinge nuevos desafíos, saliendo adelante siempre de la misma forma que un mago constantemente ejecuta trucos y técnicas que brindan un «Ooohhhh!» sincero a la multitud de observadores.

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Me gustó mucho el escuchar a Harryhausen comentar que sus filmes son fantasías llevadas al cine, que hay una intención clara de evitar la realidad y presentar imagenes imposibles sólo por el gusto de disfrutar un sueño, un viaje por algo imposible con la imperfección que eso conlleva obligando a dar un paso ás atrás de la realidad. Todo esto, hoy por hoy mirando atrás, creo que es lo que hace que desde joven haya alucinado tanto con películas como Braindead de Peter Jackson o Evil Dead de Sam Raimi, ambos proyectos íconos del cine gore de los 90s y que utilizan muchas escenas de stop motion CLARAMENTE influenciados por Harryhausen y donde independiente de las limitaciones de presupuesto, se fomenta un viaje por el gusto de la aventura y la voluntad del espectador de ser sorprendido.

En mayo del 2013, Harryhausen muere, pero sin dejar su legado protegido en manos de su hija y una gran cantidad de entusiastas – dentro de los que se destacan Peter Jackson – en la forma de «The Ray and Diana Harryhausen Foundation», creada en los 80s en pro de la perduración de su legado como también un lugar donde se apoye y fomente la técnica del stop motion. Qué mejor santuario y legado para proteger e inspirar a los cineastas del futuro.

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