Poniéndole un Soundtrack a mi vida

Después de ver el anuncio del iPod Nano, y su comparación con el tamaño de una mano, quedé simplemente estupefacto. Si hay algo que me apesta, es tener la sensación de andar con los bolsillos llenos de porquerías útiles. Es por eso que generalmente ando con un bolso con mi block de notas, Cámara Digital, Palm, Celular, Radio del Auto y un montón de estupideces más dependiendo del día. ¿Por qué habría de agregar un aparato más a toda la ya existente chacra que tenía de “gadgets” de uso diarío?. Tomando en cuenta además que el tiempo que ando “a pie escuchando música” es muy poco (Estacionamiento/Oficina – Oficina/Estacionamiento), estaba claro que un mp3 player ya no era tan necesario para mi “diario vivir”, increíblemente, después de todas pensarlo mucho y contar las monedas, me dí cuenta que estaba equivocado.

Todo partió por que mi radio del auto es una porquería ( Nunca NUNCA! compren una radio o cualquier aparato AIWA, son horribles ), tenía el lector de mp3 con un principio de autopsia que hacía que el proceso de detectar un CD fuera eterno, además que los temas se “saltaban” hasta por que pasaba un auto muy rápido al lado, todo mal. Todo el proceso de felicidad y relajación que involucra escuchar música “on the road” se iba a los mil demonios… Era el momento de cambiar / comprar una nueva radio.

Por otro lado, necesitaba urgentemente comprarme un pen drive decente. Cada vez necesitaba más pasear archivos de trabajos de un lado a otro, y sencillamente el hábito de grabar CDs es una lata. De ahi se me ocurrió la idea de que un famoso iPod podría servirme, tenía mucho espacio, y podría encontrar una forma digna de conectarlo a la radio del auto y mataría dos pájaros de un tiro.

Su par de lecturas al sitio oficial, unos cuantos reviews por aquí por allá y decidí irme por el modelo iPod Nano, era el más versatil, con bastante espacio y no iba a convertirse por ningún motivo en otro cacho que andar paseando todos los días, por que realmente el tamaño era práctico para cualquier bolsillo.

Dicho y hecho, gracias a la ayuda de un amigo, me compré el Nano y un adaptador FM Belkin (mi solución para transmitir música desde el iPod a la radio del auto), abro el cuento, instalo todo el show, lo voy a probar, y me doy cuenta de que o en chile no hay espacio para ninguna onda FM “limpia” o simplemente el aparato era una porquería. La cantidad de interferencia, estática y sonido “mono” cuando se dignaba a pescar algo me dejó con aún más rabia que cuando no pescaban los discos de mp3…. ese día se me fue todo a la cresta y me dieron ganas de golpear a John Belkin por mulero. Conclusión, los sistemas de transmisión inalámbrica FM no funcionan bien y no valen la pena.

Un poco lateado, comencé de todas maneras a ver que gracias podría ofrecerme el famoso iPod y si acaso valía la pena tanto como toda la moda y escándalo han hecho en todo el mundo. Tengo que admitir que aunque no soy muy amigo de toda la parada “I Love Apple”, este producto está bien pensado y es agradable de usar. El sistema de Click Wheel es muy práctico, te entrega la posibilidad de navegar tu colección rápidamente por muy grande que sea, filtrar por álbums, artistas, canciones sin mayores problemas. Todo visualizado en una pantalla demasiado brillante para ser tan chica… partimos bien.

Por otro lado, siempre quise tener un aparato que me despertara con música, y que antes de acostarme pudiera setear que se apagara solo… voilá, el iPod lo hace, de una forma muy simple… ahí terminé de convencerme que no había botado la plata aunque no funcionara la mugre de FM.

Continuando en la parte explorativa, y como tercer punto útil, resulta que el aparato este, al conectarlo vía USB a un PC, se detecta altiro ( como pendrive funciona al instante, sin ningún driver ni nada ) y acompañado del iTunes, me dí cuenta que reproduce los temas directamente del aparato , sin tener necesidad de “copiar” mis discos al disco duro de la oficina, situación que siempre es una mugre y se llenan de tonteras y GBs de albums que jamás escucho… así que por ese lado, otro punto positivo para la mugre chica blanca.

Finalmente, cuando ya me estaba acostumbrando a la idea de que el iPod era bueno, pero que no había solucionado mi principal problema… me doy cuenta que mi radio tiene un adaptador “AUX” y que podía conectar cualquier dispositivo por ahi, así que top, me compré un cable Stereo-Stereo que me costó 1K, connect and GO…. asunto solucionado y todo el mundo suena como yo quiero ahora… at last.

Lo malo del iPod Nano : 1.- los audífonos son mas o menos no más, no es un sonido bueno, simplemente promedio, además de ser blancos y muy “mírenme, tengo un iPod”, cosa que no me agrada mucho en realidad… 2.- La superficie del aparato es de un plástico muy propenso a que se deteriore, no es de aluminio, es plástico, y sobretodo la cubierta de la pantalla. Por lo que hay que andar con cuidado con el cuento… 3.- Aunque paresca chiste, el tamaño, que es un increíble “plus”, al mismo tiempo es un punto negativo, por que la facilidad que se pierda, es impresionante, aunque también en eso cae la culpa a lo pastel del dueño… (ya se me perdió una vez… menos mal que lo encontré al otro día :P)

Resumiendo, después de pensar que no necesitaba el maldito aparto mp3, resulta ser que :

Despertar = alarma de música de iPod
Auto = iPod en el Auto
Estacionamiento – Oficina = iPod
Oficina = iPod vía USB
Oficina – Estacionamiento = iPod
Auto = iPod en el Auto
Before zzz = iPod con auto sleep.

Así que freak, para los que opinen “uuuy el chico iPod, taquilla posero mula”, bueno, me da lo mismo, la tontera funciona re bien y me sirve para sentir la sensación de tener un soundtack en mi vida… con eso me basta y me sobra.

5 respuestas en “Poniéndole un Soundtrack a mi vida”

Comentarios cerrados.